Me veo en la necesidad de escribir esta editorial debido a los últimos
sucesos que han acontecido en el país.
Nuestra tierra está viviendo un hecho histórico, donde las páginas
del libro están en blanco y nosotros, los ciudadanos, tenemos la tinta necesaria
para darle vida a esas hojas, pero se preguntarán ¿Por qué estoy leyendo un
mensaje de carácter nacional en la Fan Page
Ya son casi 14 años para mí oyendo esta banda (más de la
mitad de mi vida), y si algo he aprendido de este grupo que amo, es que uno
debe luchar por sus ideales, por la justicia y por dar un paso adelante cuando
a veces creemos ser una minoría, una voz que se escucha muy por debajo del que
más grita. Venezuela vivirá en los próximos días un proceso electoral que sin
duda marcará un antes y un después para la vida de muchos Venezolanos. Aunque
muchos pensarán que es otro acto protocolar, debemos tener en cuenta que no son
fichas lo que nos estamos jugando.
Green Day ha sido una banda en la que en los últimos 10 años ha revolucionado la música con su discurso político, e independientemente de la posición
política, el mensaje es el mismo. A veces sentimos que un voto no hace la
diferencia, y dejamos la responsabilidad a nuestro “vecino”, pero si no lo
hacemos nosotros ¿Quién lo hará? Si algo he aprendido de Billie Joe es que
cada uno tiene una voz, no importa el color de piel, estatus social,
preferencia sexual, etc. Es momento para que cada uno de nosotros tome una posición (tolerante) y exprese su opinión; es
momento de dejar al lado algunas cosas y pensar en nuestro futuro.
Venezuela necesita un futuro de paz, donde todos podamos
convivir sin violencia. Quizás mucha gente no ha notado que en pequeñas
muestras de comunidad podemos reflejar el país que queremos. Actualmente somos
casi 6.000 "fans" consagrados en un mismo espacio donde todos conviven y se unen
por una causa hermosa como es la música. ¿Por qué no construir un país así? Si
no se han dado cuenta, vean fotos de Green Day en Venezuela: niños, adultos, jóvenes, incluso uno que otro abuelo, gays con su pareja; personas de cualquier rincón del
país se unieron para un propósito mas grande, donde por 3 horas pasamos de
individuos a una familia unida por un grupo de californianos.
Vale destacar que nuestros héroes (Billie, Mike y Tré) no
vienen de familias adineradas, no han tenido historias fáciles, pero aun así
han logrado sus sueños y han convertido en realidad tantas cosas que anhelaban.
Nosotros también podemos, incluso si eso significa dejar muchas cosas detrás y
romper paradigmas. La cuestión está en que cada uno de nosotros se siente a
pensar en qué es lo correcto y ver la realidad que nos ha estado rodeando los últimos
meses. Nos quedan menos de 30 días para ese destino, en las manos de nosotros
queda alzar nuestra voz.
Estoy convencido de que se puede lograr un cambio en nuestro
país, y qué mejor manera para inspirarnos que revivir ese 8 de
octubre del 2010, cuando miles de personas se congregaron en la Universidad Simón
